Al amanecer del sábado 17 de octubre de 1992, un sismo de 6.6 en la escala de Richter estremeció a la población de Murindó, municipio del Urabá antioqueño. El sismo dejó viviendas afectadas y calles con grietas de hasta un metro de profundidad; también la destrucción del hospital, la alcaldía, el colegio y la casa de la cultura. Ese sábado, el gobierno local informó que, pese a los daños materiales, no había reporte de heridos o víctimas fatales.
Sin embargo, al día siguiente, a las 11:12 de la mañana, los pobladores de Murindó se enfrentaron a un nuevo sismo de 7.2 grados en la escala de Richter, con epicentro en Opagadó. El terremoto también produjo la erupción del volcán de lodo Cacahual, ubicado en San Pedro de Urabá, con un saldo de 41 víctimas (37 quemados - 4 desaparecidos) y 7 casas campesinas consumidas por las llamas. Todos los municipios del departamento de Antioquia sufrieron consecuencias.