Sequias, incendios y desabastecimiento de agua potable son algunos de los efectos más notorios del fenómeno de El Niño que ha impactado a Colombia, con mayor fuerza, en los períodos 1992-1993, 1997-1998, 2009-2010 y 2014- 2016. Según el informe Fenómeno El Niño, análisis comparativo de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Presidencia de la República, el periodo 2009-2010 es recordado porque fueron reportados 1.878 incendios forestales. Mientras que lo acontecido entre 2014 y 2016 es reconocido porque se registraron 358 calamidades públicas, por causa del desabastecimiento y racionamiento de agua potable, incendios, y efectos en el sector agropecuario y en la ganadería. El periódico El Heraldo reportó el 14 de septiembre de 2015 que Omar Franco, director del Ideam, había manifestado que: “los efectos de este fenómeno "siempre han existido, pero se exacerban más con el cambio climático" y por esa razón "se vuelven más frecuentes, más intensos y más largos".