Las fuertes lluvias que cayeron desde el viernes 31 de marzo de 2017 en Mocoa, capital del departamento de Putumayo, produjeron el desbordamiento de los ríos Mulato, Sancoyaco y Mocoa en la madrugada del sábado primero de abril de 2017, fecha en la que la lluvia no cesaba. Los desbordamientos confluyeron en una avenida torrencial que destruyó barrios completos y afectó a la mayor parte de la ciudad. Algunos de los sectores más afectados fueron: San Miguel, San Fernando, Independencia, San Agustín, Progreso, y un área significativa de Los Laureles.
La revista Semana Sostenible, en su edición de abril de 2017, explica la tragedia así: “La temporada de lluvias de inicio de año trajo 600 milímetros de agua sobre la ciudad (Mocoa) y sus alrededores en solo unas cuantas horas - un evento atípico pues en áreas cercanas al Golfo del Darién, una de las zonas más lluviosas del mundo, caen hasta 10.000 milímetros de agua, pero en un año-.”. Ercilia, habitante de Mocoa recuerda que “un año antes de la tragedia un señor que venía de la quebrada la Taruquita buscó al gobierno local para anunciarle del riesgo de una avalancha porque ya veía pequeños deslizamientos. Pero nadie lo escuchó. El declaró ante los medios y lloraba diciendo que él lo había advertido”.